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Si nadie sabe qué sucederá(A),
¿quién le anunciará cómo ha de suceder?
No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento,
ni potestad sobre el día de la muerte(B);
y no se da licencia en tiempo de guerra,
ni la impiedad salvará a los que la practican[a](C).

Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en toda obra que se hace bajo el sol, cuando el hombre domina a otro hombre para su mal(D).

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Footnotes

  1. Eclesiastés 8:8 Lit., sus poseedores

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